sábado, 28 de marzo de 2020

Cuatro poemas blasfemos y uno de amor


I
sobre mi cráneo pesa un cristo muerto.
me habló de amigo. muerto en domingo.
suplicando, lo vi, suplicándome un beso.
sollozo colgando del cuello. mientras
crece musgo sobre mis zapatos. arde
mi nombre, yo sollozo, él me suplicó morir
y ahora pesa sobre mi cráneo un cristo vivo.

II
cojo la cámara y enfoco a través de la ventana
ruego a dios poder captar el viento, pero no puedo,
ruego a dios poder captar el viento, y no puedo,
no puedo. la máquina suspira y el viento corre
fresco, libre, y yo no puedo, no puedo.

III
tenté a la suerte
tumbado sobre la hierba seca entre alcornoques
mirando carnosas nubes.

para hundirme en la tierra
el beso del llanto me fue dado.
caballos reprochando a lo lejos.

IV
a mí me parió la ira
impregnado en vino consagrado.
la frente marcada con el bronce
de los cainitas. pero y a quién no.
de todos nuestros sexos sube
el hedor al reino de los cielos.

*
Amar como hacer
una barquita con ramas
o palillos de dientes.
Amar como pintar
una casa recién hecha,
fresca y nueva.
Amar como plantar
un arbusto, limpiar
de polvo sus hojas.
Amar como quien mira
el mar con ojos viejos
de viejo amante.

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